martes, 25 de septiembre de 2018

Impulsa la Asociación de Ciegos, ANCI de la Habana equidad de género




La mujer ciega en la capital, como en el resto del país, batalla por ganar el espacio que merece en la sociedad y hacia el interior de la familia, de cómo lo logra y los retos que tiene ante sí, compartieron una veintena de representantes de ese sector durante el activo provincial de la coordinación  de equidad de género.

La ANCI en la principal ciudad cubana promueve asimismo otra coordinación vinculada con niños, adolescentes y jóvenes y una tercera dedicada al adulto mayor.

El ameno intercambio tuvo por sede el centro cultural fresa y chocolate, y en el intervinieron representantes de la Asociación Nacional del Ciego, ANCI, de casi todos los municipios de la principal urbe cubana.

Resulta siempre impresionante poder constatar como la falta de uno de los sentidos no limita a esas habaneras resueltas a hacer valer sus derechos y conquistar una plena inserción en la sociedad.

En el activo se escucharon disertaciones de promotores de salud, psicólogas y otros profesionales quienes apoyaron el debate con elementos  que realzan el día día de esa mujeres, quienes desde el hogar o las diferentes esferas de la vida social habanera dan su aporte nada modesto al desarrollo de la capital.

La ANCI provincial reconoció la labor encomiable de cientos de personas ciegas y de baja visión incorporadas a casi todas las esferas de la sociedad.

En la provincia son 1877 las féminas que participan del quehacer capitalino en talleres especializados, centros laborales o incorporadas a las nuevas formas de trabajo no estatal.

De todas las acciones que le involucran y contribuyen a su sano esparcimiento se abundó igualmente en ese activo de la coordinación provincial de equidad de género.

Recreación sana hace más llevadera la vida de mujeres ciegas en la ciudad

Perder la visión por disímiles causas o haber sido privado desde el nacimiento la capacidad de mirar a través de los ojos, no es el fin del mundo para muchas mujeres y hombres en Cuba.

Para que sus vidas sean más plenas se desarrollan disímiles programas de salud e inclusión social y productiva.

Hoy viven y desarrollan habilidades en la capital 1877 mujeres invidentes y débiles visuales, integradas a la Asociación Nacional del Ciego, ANCI, y nada, ni siquiera las mayores dificultades, parece doblegarlas.

De ellas 199 están vinculadas a la producción o alguna fuente de ingresos para ellas y sus familias. Muchas constituyen familias monoparentales.

Según informaciones aportadas a Radio Ciudad de la Habana por directivas de la Coordinación Provincial de Equidad de género, 31 mujeres ciegas o débiles visuales se integran a la vida laboral en talleres especializados, el sector no estatal de producción y otros centros de la capital.

En la esfera educacional en todos sus niveles de enseñanza se insertan  48 integrantes de la ANCI en la principal urbe cubana.

Las habaneras privadas de la visión pueden acceder  también  a la recreación sana a través de la cultura y  el deporte.





  











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