En una
visita al Consejo Popular de Cayo Hueso dos de las integrantes de la Asociación “Las Mélidas” de
El Salvador sostuvieron un ameno intercambio con vecinos de ese barrio de
Centro Habana.
Las
salvadoreñas Silvia Arévalo y Azucena Ortiz compartieron con mujeres y hombres
de la pequeña localidad sus vivencias, batallas y anhelos como parte del
movimiento que agrupa HOY a más de 8 000
féminas, muchas de ellas ex combatientes de guerra del Frente de Liberación
Nacional Farabundo Martí y que lleva el nombre de la comandante en Jefe, Mélida
Anaya Montes.
El
grupo se organizó en 1992 con 3 500 mujeres que buscaban reivindicar sus luchas
y defender los intereses de las mujeres, así como reafirmarlas como sujetas del
derecho.
Arévalo
y Ortiz explicaron como la mujer salvadoreña va luchando por ocupar su lugar y
cómo toma de ejemplo a las cubanas por lo que les aportan en materia de
resistencia y conquistas.
En
el Salvador se promueven programas como el de economista justa para las féminas
que pretende desarrollar iniciativas económicas que las liberen respecto al
hombre y a la vez les hagan más autosostenibles y autónomas.
En
el caso de las políticas de ciudadanía plena propician procesos de formación en
género para prevenir la violencia y validad los derechos sexuales y
reproductivos de las salvadoreñas.
Las
Mélidas también llaman a la mujer en el país centroamericano a ocupar puestos políticos
y de dirección a fin de poder tomar nuevas políticas que promuevan sus derechos.
El
país ha sancionado nuevas leyes en materia de género como es la vinculada a la prevención
de violencia o la que va generando cambios en la igualdad y equidad entre los
hombres y mujeres.
Este
tipo de intercambio es propiciado por la Facultad de Literatura y Lingüística y
en su representación estuvo presente Yohanka León.
Entre
estas centrohabaneras, buena parte de ellas jubiladas como Xiomara Leiva, quien ejerce el empleo por
cuenta propia y Andrea Iznaga, ex maestra voluntaria, HOY coordinadora de una
de las aulas universitarias del Adulto Mayor.
La sede del encuentro fue la Casa del niño y la niña de
Centro Habana desde donde se trabaja por mejorar la calidad de vida de los
pobladores de cayo Hueso con talleres e iniciativas que involucran a menores,
jóvenes, y adultos mayores, conscientes que en todo cambio social están
involucrado un nuevo pensamiento que se forja desde la infancia.
En el informal encuentro se escucharon poemas, y boleros
interpretados por las propias participantes.
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