jueves, 21 de febrero de 2013


Mujeres y jóvenes son mayoría en Fábrica de tabacos José Martí

El colectivo de La fábrica de tabacos José Martí, conocida internacionalmente por sus marcas H Hupman y Montecristo marcha a buen ritmo en el cumplimiento de sus planes productivos en este primer trimestre.

La empresa cuenta con los insumos necesarios para elaborar las diversas  vitolas de los habanos de reconocido prestigio en todo el mundo, por lo que sus dirigentes confían en que sus más de 400 trabajadores responderán a las necesidades del país de producir el tan apreciado mundialmente renglón.

En la José Martí son casi 200 las mujeres que allí laboran y poco más de 100 los jóvenes que no rebasan los 30 años de edad.

En ese grupo trabaja desde hace más de 45 años una veterana tabaquera, la sexagenaria Adela Rebollo, quien ha transitado por todas las áreas de labor de la fábrica desde la escogida de las mejores hojas, hasta el más estricto control de la calidad, de lo que se ha venido ocupando en los últimos 2 años.
Por sus expertas manos pasa casi toda la producción de la fábrica en una primera cata donde se garantiza que el torcido sea casi perfecto para que el humo del tabaco fluya de manera agradable, para quienes lo prefieren en apenas una bocanada.

En las máquinas que maneja  Adela junto a  otros 7 de sus compañeros, dirigidos por el joven Vladimir Alvarez  se garantiza que el puro no esté demasiado tenso, retorcido o mal empalmado, entre otras deficiencias que pueden ser provocadas por un mal manejo o la humedad.  Todo el tabaco que no reúna las normas de calidad es retornado al torcedor para que vuelva a hacerlo.

Mientras realizan su labor esos tabaqueros cubanos reciben información a través un viejo y útil oficio de la lectora, Grisel Valdés, quien desde hace más de 2 décadas se desempeña en esas funciones.

Antigua maestra normalista Grisel es de esas personas con excelentes dotes de comunicación, y les informa a los tabaqueros de los principales hechos acaecidos en Cuba o fuera de sus fronteras, las legislaciones vigentes en el país y en varios momentos del día les lee libros, previamente escogidos por los propios trabajadores.

Las tabaquerías como la José Martí, ubicada en Centro Habana son fuentes de empleo para muchas personas que a su vez aportan las divisas que el país necesita para su desarrollo  económico y social.

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