viernes, 17 de marzo de 2017

Centrohabaneras que NO deben proliferar




Mercedes Estrada Rodríguez, enfermera de profesión, se ha cansado ya de atender pacientes y ahora No puede, o mejor dicho NO quiere, cuidar a su madre la nonagenaria Isabel Rodríguez Tondique. 

Aprovechando las bondades de la salud pública cubana Rodríguez Tondique será atendida en un centro de rehabilitación para adultos mayores en el municipio de residencia, donde recibirá asistencia médica, cuidados especializados y tendrá como compañía a otros ancianitos.

En mi opinión esto es bueno y a la vez NO. Porque la familia y su entorno no sustituyen el amor hacia y desde los nietos e hijos que rodean a la Tondique, aquejada de artrosis y hasta un poco de “demencia” senil.

Lo escribo entre comillas porque Isabel recuerda todo su pasado y hasta es capaz de bailar desde su asiento y sonreír, si se le habla al oído y canta.

Los hijos NO deben NUNCA agotarse en el devolver lo que recibieron de sus padres en cuanto a Amor, alimentación y buenas prácticas.

Tondique fue maestra e incluso educó a sus nietos en el amor al próximo y por eso recibe cuidados tiernos de su hijo Pepín y su Paul, quienes no escatiman esfuerzos en que la añosa consuma alimentos y asee a hora.

Pero los varones cubanos a veces NO “pueden”, aunque muchos con amor lo hacen cuidar de una persona con necesidades diferentes solos porque las mujeres nos han “enseñado” a ser las protectoras, cuidadoras y “responsables” de los hogares, donde haya o No miembros del sexo “ fuerte”.

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