sábado, 29 de septiembre de 2018

La masonería en Cuba y su enorme aporte a la historia cubana



El primer congreso de historia en sesión plenaria efectuada el 11 de octubre de 1942 adoptó por unanimidad el acuerdo de proclamar que la masonería cubana ha sido desde su fundación la institución que más elementos ha aportado a la independencia y la libertad, la cultura y el progreso de Cuba.

Tanto desde el punto de vista ideológico como por el ejemplo de sacrificio heroísmo y perseverancia de sus afiliados la Masonería en Cuba ha luchado por dar una vida de decoro humano, igualdad, fraternidad social y un régimen de sana democracia.
El inmueble que atesora la rica historia de la gran logia masónica, con más de un siglo y medio de existencia se ubica en la calle Carlos III y Galiano en el municipio de Centro Habana.

Aunque la masonería en la mayor de las Antillas vivió algunos años difíciles después de la revolución en 1959, es imposible negar el papel crucial de sus seguidores en las luchas independentistas.

Grandes próceres independentistas de la isla como Carlos Manuel de Céspedes -el padre de la patria-, Máximo Gómez, Antonio Maceo o José Martí pertenecieron a esa institución.

En el caso del "héroe nacional" José Martí, su condición de masón estuvo en entredicho durante décadas, hasta que se encontraron los documentos que la prueban.

Hace poco más de una década, fue ubicado  en los archivos de la Logia Fernandina de Jagua, en la ciudad cubana de Cienfuegos, el expediente que reconocía a Martí con el grado de "maestro masón" junto con su firma.

En la actualidad, hay en Cuba alrededor de 27.200 masones repartidos en 320 logias en toda la isla, pues todos los municipios del país tienen al menos una de ellas, con lo que "la masonería está presente en cada rincón del archiiélago".

El gran templo nacional masónico se ubica en la calle Galiano y Carlos III y sirve HOY además de sede principal a varias oficinas de la dirección municipal de educación, y la empresa de telecomunicaciones etecsa.. por mencionar algunas de las muchas que alberga el inmueble.

viernes, 28 de septiembre de 2018

Promueven en Centro Habana proyecto de protección de la Bahía



El mundo que soñamos es un proyecto ecológico que involucra a niños, niñas y adolescentes del Municipio de Centro Habana en la protección y cuidado de las fuentes acuíferas que rodean su entorno.

El programa se ejecuta con el apoyo y asesoramiento de la representación en Cuba de las Naciones Unidas, según confirmó a Radio Ciudad Habana, Aidée Calderón Pardo, asesora de Ciencia y Técnica de la dirección municipal de Educación.

Con los slogans Saneando el presente cambiando el futuro y Juntando aulas por un desarrollo sostenible, tiene lugar la iniciativa que iniciada a fines del actual mes de septiembre se propone en lo adelante concretar acciones que contribuyan al saneamiento del entorno marino y los ecosistemas terrestres de la Bahía de La Habana.

En ese proyecto están involucrados estudiantes de varias escuelas de enseñanza Primaria y Secundaria Básica del pequeño en extensión territorio.

Los menores y adolescentes centrohabaneros aprenden sobre formas sostenibles de protección y cuidado de la biodiversidad marina, así como de acciones para garantizar la disponibilidad de agua y su ordenación sostenible en favor del saneamiento para todos.

Son de igual manera válidas las acciones en favor del manejo sostenible de los bosques, la lucha  contra la desertificación y por detener y revertir la degradación de las tierras, poniendo freno a la perdida de la diversidad biológica.

Ese proyecto ecológico es apoyado por la Oficina de Medio Ambiente de las Naciones Unidas en Cuba y permite a los estudiantes de las escuelas centrohabaneras  organizar equipos de menores en roles de periodistas, fotógrafos y recicladores, quienes jugando y aprenden a cuidar la rada Habanera y en el caso de los bosques centran su accionar en el espacio de la Finca de los Molinos.

En lo adelante y durante el mes de octubre tendrán lugar otras acciones que permitirán a los menores adquirir herramientas y mayor conciencia de la necesidad de proteger el mundo en que vivimos.

martes, 25 de septiembre de 2018

Impulsa la Asociación de Ciegos, ANCI de la Habana equidad de género




La mujer ciega en la capital, como en el resto del país, batalla por ganar el espacio que merece en la sociedad y hacia el interior de la familia, de cómo lo logra y los retos que tiene ante sí, compartieron una veintena de representantes de ese sector durante el activo provincial de la coordinación  de equidad de género.

La ANCI en la principal ciudad cubana promueve asimismo otra coordinación vinculada con niños, adolescentes y jóvenes y una tercera dedicada al adulto mayor.

El ameno intercambio tuvo por sede el centro cultural fresa y chocolate, y en el intervinieron representantes de la Asociación Nacional del Ciego, ANCI, de casi todos los municipios de la principal urbe cubana.

Resulta siempre impresionante poder constatar como la falta de uno de los sentidos no limita a esas habaneras resueltas a hacer valer sus derechos y conquistar una plena inserción en la sociedad.

En el activo se escucharon disertaciones de promotores de salud, psicólogas y otros profesionales quienes apoyaron el debate con elementos  que realzan el día día de esa mujeres, quienes desde el hogar o las diferentes esferas de la vida social habanera dan su aporte nada modesto al desarrollo de la capital.

La ANCI provincial reconoció la labor encomiable de cientos de personas ciegas y de baja visión incorporadas a casi todas las esferas de la sociedad.

En la provincia son 1877 las féminas que participan del quehacer capitalino en talleres especializados, centros laborales o incorporadas a las nuevas formas de trabajo no estatal.

De todas las acciones que le involucran y contribuyen a su sano esparcimiento se abundó igualmente en ese activo de la coordinación provincial de equidad de género.

Recreación sana hace más llevadera la vida de mujeres ciegas en la ciudad

Perder la visión por disímiles causas o haber sido privado desde el nacimiento la capacidad de mirar a través de los ojos, no es el fin del mundo para muchas mujeres y hombres en Cuba.

Para que sus vidas sean más plenas se desarrollan disímiles programas de salud e inclusión social y productiva.

Hoy viven y desarrollan habilidades en la capital 1877 mujeres invidentes y débiles visuales, integradas a la Asociación Nacional del Ciego, ANCI, y nada, ni siquiera las mayores dificultades, parece doblegarlas.

De ellas 199 están vinculadas a la producción o alguna fuente de ingresos para ellas y sus familias. Muchas constituyen familias monoparentales.

Según informaciones aportadas a Radio Ciudad de la Habana por directivas de la Coordinación Provincial de Equidad de género, 31 mujeres ciegas o débiles visuales se integran a la vida laboral en talleres especializados, el sector no estatal de producción y otros centros de la capital.

En la esfera educacional en todos sus niveles de enseñanza se insertan  48 integrantes de la ANCI en la principal urbe cubana.

Las habaneras privadas de la visión pueden acceder  también  a la recreación sana a través de la cultura y  el deporte.





  











Renuevan imagen de La Habana en su aniversario 500



Varios emblemáticos espacios de la capital serán objeto de acciones de remodelación en saludo al aniversario 500 de la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana.
En ese caso se encuentra el proyecto de reanimación del Barrio Chino de Centro Habana, un lugar de elevada trascendencia cultural para la capital cubana.
Las edificaciones que allí se enmarcan, en su mayoría con alto valor patrimonial, urbanístico y ambiental, presentan un elevado deterioro, en especial el fondo habitacional.
Con el propósito de contrarrestar esa realidad, se han diseñado acciones multisectoriales encaminadas a la recuperación de la zona teniendo en cuenta, además, el impacto comercial, recreativo y turístico que ella genera.
De ahí que se previeran al decir de autoridades del gobierno en la Ciudad, trabajos encaminados a rescatar las milenarias tradiciones  chinas, entre las que se incluyen el exquisito arte culinario, la cerámica y la decoración típica de sus instalaciones, teatros y otros.
Asimismo, se rehabilitarán relevantes instalaciones dentro del barrio, como son el periódico chino Kwong-Wah-Po, las tintorerías y las farmacias con su medicina tradicional.
Del mismo modo, se reaniman el alumbrado público, parques y calles; se pavimentan viales y restituyen aceras; así como se trabaja para eliminar cables eléctricos y de comunicación expuestos en las fachadas.
Todo ello encaminado a recobrar la imagen general del Barrio Chino, recreando el ambiente con elementos de alusión a la identidad y cultura de la nación asiática.
Se ha informado además de acciones diseñadas por el sector de la Construcción en La Habana en función de construir, reparar y mantener el patrimonio de la ciudad.

En la ciudad igualmente recibieron acciones de remodelación instalaciones pertenecientes a los más variados sectores, y municipios.
Tal es el caso del mercado agropecuario «Plaza Cerro»; el anfiteatro del Parque Lenin; el Memorial Granma; la planta de tratamiento de residuales de Luyanó y el Estadio Latinoamericano con la instalación de la pantalla digital.
Pero al mismo tiempo que se renuevan esos inmuebles o espacios es urgente un cambio de actitud de quienes habitamos esta villa y en ella laboramos.
De nada vale que se destinen recursos a mejorar la imagen de obras de gran impacto social y económico, si quienes en ella laboran NO cambian su accionar.
Que los capitalinos comiencen a disfrutar los cambios que se van sucediendo es importante, como de igual manera lo es que en esos servicios se eleve la conciencia y haga sentir que en un entorno amigable se respira un espíritu solidario.
Me refiero a un sector tan sensible como el de la salud que desafortunadamente por las razones que fueren a veces no encontramos a galenos y enfermeras dispuestos a dejar a un lado sus cotidianidades y entregarse a esa vital labor.
Me permito hacer referencia a un servicio como el de la heladería coopelia recientemente alegrado en su imagen física, y alguien que cree haber descubierto el agua tibia diseñó un estilo de trabajo que en mi modesta opinión viola la disciplina laboral y aterrilla de sol a los usuarios.
El caso es que en los difíciles horarios de 12 a 3 de la tarde almuerzan escalonadamente, aunque en verdad casi paran las diferentes áreas los dependientes y soderos. Con el consiguiente malestar para quienes acuden allí a refrescarse con un sabroso, y por demás mal servido helado.
Y así usted y yo tenemos demasiados ejemplos de maltrato al consumidor, cliente, o paciente.
Regenerar la imagen urbana de la ciudad preservando sus valores patrimoniales, tangibles e intangibles, y consolidar sus principios de identidad y equidad constituyen todo un reto.


jueves, 20 de septiembre de 2018

Deberes y derechos deben casi siempre ir de la mano



Los deberes y derechos deben.. pero por desgracia NO van siempre unidos en la ciudad de la Habana.
Particularmente tuve una experiencia que comparto ahora con ustedes en un mercado de la cadena TRD, Tiendas de Recuperación de Divisas, por sus siglas ubicado en Infanta y Zapata en Centro Habana nombrado H Upman.
Allí se exigía a los clientes depositar en unas cestas cercanas a la puerta los bolsos, mochilas, con los que se decía que NO se podía acceder al establecimiento…pero…. Ahora viene lo increíble.. Nadie cuidaba de ellos pues NO había ningún trabajador al resguardo de las pertenencias de los que acudíamos allí, y por ende NO se entregaba alguna chapilla.
Cuando comencé a indagar porque semejante irresponsabilidad me respondió un joven nombrado Yaniel Pérez, quien según el aseveró era el Jefe de Piso.. acciones que aunque NO me parezcan lógicas combinaba con las de portero.
Aclaro que en el momento que YO accedí a la tienda H Upman el “portero” “jefe de piso” NO estaba por todo eso y YO compré lo que necesitaba con mi mochila al hombro y una bolsa más pequeña además.
Los trabajadores del local NO quisieron que Yo conversara con la administradora y en tono nada amigable me sugirieron dirigirme a las oficinas centrales de la Empresa, pues la “responsable” de ese “negocio” tenía problemas personales.
Una señora que al parecer con frecuencia visita la tienda me comentó que el otro día ella había observado con asombro como a  un cliente que  se servía del frízer por si mismo se le cayó al piso una lata de malta y se rompió y el como nadie le atendía ni observaba la colocó nuevamente en el estante refrigerado.
La señora como Yo nos preguntamos quien pagó ese producto dañado.
A lo que Yo sumo también quien me garantiza la integridad de mis pertenencias en un establecimiento donde  quienes establecer el deber de no acceder con bolsas o mochilas pero nadie cumple con la obligación de garantizar su seguridad.
Yo me ocupé de exigir mis derechos.. pero observé asombrada  como el resto de los usuarios dejaba sus pertenencias al cuidado de nadie.