El ejercicio Meteoro 2013 concluyó en el centrohabanero Hospital
Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras en la capital, donde fue sofocado
exitosamente un simulacro de incendio en las primeras plantas del
edificio, con la labor mancomunada de fuerzas del Cuerpo de Bomberos, la
policía y el sistema integral de Urgencias Médicas, entre otros.
Mercedes López Acea, miembro del BUró Político del Partido Comunista
de Cuba, PCC, y primera secretaria en La Habana, al felicitar a los
participantes significó la importancia de esta práctica, que coincidió
con la Semana Nacional contra Incendios, la número 47, y se ocupó no en
alabar lo logrado sino en identificar las deficiencias y áreas
vulnerables en las comunidades y objetivos económicos a fin de evitar
siniestros que puedan ocasionar pérdidas materiales y humanas.
Es mejor prevenir y no tener que sofocar incendios que afectan la
economía y pueden provocar víctimas entre la población, significó más
adelante.
En las acciones en el hospital Ameijeiras se utilizaron diversas
técnicas y equipos de rescate y salvamente para evacuar a eventuales
pacientes en delicado estado de salud y sofocar el siniestro iniciado en
la planta baja del inmueble con peligro de propagarse a otros pisos del
edificio alto, obstruyendo y dificultando las labores de salvamente y
control del incendio.
Al iniciarse el ejercicio los equipos de alarma del hospital y sus
trabajadores utilizaron medios propios para intentar sofocarlo, por ser
esto imposible y tomar mayores proporciones el fuego, intervienen las
fuerzas del Comando de Bomberos, la Cruz Roja y el Sistema Integral de
Urgencias Médicas, a fin de valorar a los eventuales lesionados y
trasladarlos de ser necesario a otras instalaciones hospitalarias.
La exitosa práctica fue presenciada por vecinos de la localidad,
médicos, paramédicos e integrantes del partido y gobierno de la capital y
Centro Habana y estuvo liderada por el general de Cuerpo de Ejército
Abelardo Colomé Ibarra, Ministro del Interior.
martes, 21 de mayo de 2013
Recuerdan en Cuba centenario de primer vuelo directo Cayo Hueso-Habana
Una tarja rememora desde este 17 de mayo el centenario del histórico
vuelo directo del piloto antillano Domingo Rosillo del Toro entre Cayo
Hueso, Estados Unidos, y La Habana, Cuba.
El lugar que sirvió de guía al aviador, el Faro del Castillo de los Tres Reyes del Morro, en la capital cubana, recordará en lo adelante a las futuras generaciones la hazaña, para algunos considerada un hito en la historia de la aviación en América Latina.
Los acordes del himno nacional de la Mayor de las Antillas antecedieron las palabras del Historiador del Complejo Militar Morro Cabaña, Rolando Medina, quien a nombre de los ejecutivos de ese centro, sede del importante evento, dio la bienvenida al público asistente.
Inmediatamente después el pelotón, de ceremonia de la emblemática instalación, ataviado en sus pintorescos uniformes del siglo XVIII y XIX, época de la colonia, y con marcial paso y a retoque de tambores anunció la develación.
El Coronel y aviador Eglain Rey, en una breve, pero detallada reseña, narró las heroicas travesías y el por qué el Morro y su farola son ahora escenario de esas recordaciones.
Acto seguido los Coroneles Henry Pérez, director del Complejo Militar Morro Cabaña y Alfredo Cordero, presidente del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba respectivamente, descorrieron la tela que cubría hasta ese instante la tarja. También fue cancelado un sello postal.
Durante la ceremonia surcó los cielos un parapente con motor perteneciente al Club de Aviación de Cuba, piloteado por expertas manos.
El Castillo de los Tres Reyes del Morro le dirá en lo adelante a sus visitantes que el 17 de mayo de 1913, Domingo Rosillo del Toro logró completar la hasta ese momento inédita travesía entre Cayo Hueso y La Habana.
Dos días después el 19, Agustín Parlá Orduña perdió el rumbo debido a los fuertes vientos, pero logró aterrizar en el puerto habanero del Mariel luego de haber salido desde en Estados Unidos. Por ello ambos pilotos son considerados pioneros de la aviación cubana.
Entre los presentes, estuvo la joven Rachel Parlá, bisnieta de Agustín Parlá, personalidades de la aviación cubana, miembros del Club de Aviación de Cuba y vecinos del lugar.
El lugar que sirvió de guía al aviador, el Faro del Castillo de los Tres Reyes del Morro, en la capital cubana, recordará en lo adelante a las futuras generaciones la hazaña, para algunos considerada un hito en la historia de la aviación en América Latina.
Los acordes del himno nacional de la Mayor de las Antillas antecedieron las palabras del Historiador del Complejo Militar Morro Cabaña, Rolando Medina, quien a nombre de los ejecutivos de ese centro, sede del importante evento, dio la bienvenida al público asistente.
Inmediatamente después el pelotón, de ceremonia de la emblemática instalación, ataviado en sus pintorescos uniformes del siglo XVIII y XIX, época de la colonia, y con marcial paso y a retoque de tambores anunció la develación.
El Coronel y aviador Eglain Rey, en una breve, pero detallada reseña, narró las heroicas travesías y el por qué el Morro y su farola son ahora escenario de esas recordaciones.
Acto seguido los Coroneles Henry Pérez, director del Complejo Militar Morro Cabaña y Alfredo Cordero, presidente del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba respectivamente, descorrieron la tela que cubría hasta ese instante la tarja. También fue cancelado un sello postal.
Durante la ceremonia surcó los cielos un parapente con motor perteneciente al Club de Aviación de Cuba, piloteado por expertas manos.
El Castillo de los Tres Reyes del Morro le dirá en lo adelante a sus visitantes que el 17 de mayo de 1913, Domingo Rosillo del Toro logró completar la hasta ese momento inédita travesía entre Cayo Hueso y La Habana.
Dos días después el 19, Agustín Parlá Orduña perdió el rumbo debido a los fuertes vientos, pero logró aterrizar en el puerto habanero del Mariel luego de haber salido desde en Estados Unidos. Por ello ambos pilotos son considerados pioneros de la aviación cubana.
Entre los presentes, estuvo la joven Rachel Parlá, bisnieta de Agustín Parlá, personalidades de la aviación cubana, miembros del Club de Aviación de Cuba y vecinos del lugar.
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