viernes, 22 de junio de 2018

La familia: la célula elemental de la sociedad



Vine al mundo hace casi 54 años en una familia humilde, pero de muy buenos modales. Por eso pondero siempre ese núcleo poblacional, que como bien se sabe es la célula elemental de todas las sociedades. Por eso me esfuerzo, sin cansarme, por educar a mi hijo, sin consentimientos o inmerecidos reconocimientos, para que sea un hombre de bien y sobre todo ame a la familia que debe crear.  Conversábamos unos colegas sobre el hecho de ver cómo han cambiado las familias cubanas y No para bien. En eso somos todos responsables y debemos tomar conciencia. Es vital, porque así fue y es en mi familia actual, que al despertar nos deseemos los buenos días y agradezcamos a todo el que nos hace una acción positiva cada día. Ofrecer disculpas es tan bello y NO pedirlas como se escucha en ocasiones. La familia debe permanecer unida en las buenas, y mucho más en las malas o peores. Mis padres humildes carpintero Él y camarera de un hotel, mi adorada Madre, fueron siempre ejemplo de armonía y amor. NO recuerdo, quizás por ser la menor, haber visto a mis padres pelearse y eso que ambos tenían defectos, como cualquier ser humano. Nos enseñaron Caridad y Reinaldo a compartir lo que teníamos y a NO tocar jamás lo que no nos pertenecía. Mis padres  intentaron siempre estar cerca de sus familiares y para ello visitábamos cada verano a quienes quedaron en Arimao y Cienfuegos y Santiago y Guantánamo. Así con esas bases elementales estoy criando a mi Frankie para que sea un hombre de bien, que estudia y se prepara mejor  para la vida que le espera.

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