El taller integral de transformación del Barrio de Cayo Hueso y su Casa
del niño y la niña celebró el evento teórico del trabajo comunitario.
En el intercambio se escuchó la exposición de una decena de promotores
de proyectos que en la Comunidad han ayudado a trasformar conductas y mejorar
la calidad de vida de los pobladores.
Este tipo de experiencias se repite cada año desde el 2008 en el Taller
que involucra a niños, adolescentes, jóvenes y personas de la tercera edad del
barrio de Cayo Hueso y el resto de los consejos populares centrohabaneros.
En tal sentido Joel Díaz, arquitecto del Barrio rememoró los
antecedentes y la actualidad del parque los Mártires Universitarios de San
Lázaro e Infanta, un espacio que se aspira sea reconocido por su valor local y
nacional.
Particularmente interesante resultó la experiencia de un grupo de
estudiantes del tercer año de la facultad de psicología que abordó a jóvenes de
entre 15 y 17 años y sobre ellos investigó de sus necesidades e inquietudes.
El resultado preliminar del abordaje habla de falta de motivación
profesional de esos centrohabaneros, quienes manifestaron carencias de espacios
para la recreación y el esparcimiento, entre muchas otras dificultades.
La utilización de la música y las artes plásticas en la transformación
de niños, algunos de ellos con necesidades especiales fue asimismo plasmada en
al menos dos proyectos de las cradoras Anet de la Osa, María Mestril y Sonia Álvarez.
La casa del niño y la niña acoge en Centro Habana cursos, talleres, y
otras acciones que desde la cultura, el arte y la enseñanza elevan la calidad
de vida y la recreación de menores y sus familiares.
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