La noche fresca en cuanto a
temperatura ambiente se inundó del calor de la multitud reunida en la
escalinata de la casi tricentenaria Universidad de La Habana este 1 de marzo de
2014.
Cientos de miles de jóvenes,
adolescentes, cubanas y cubanos y hasta muchos venidos de otras latitudes
fueron allí a un concierto popular de recibimiento a uno de sus héroes, el
luchador contra el terrorismo Fernando
González Llort.
El motivo: la bienvenida a
Casa de, uno de los Cinco antillanos que cumplió en Estados Unidos una injusta
condena por el único pecado de defender la tranquilidad de su país, de los
ataques terroristas financiados e intelectualmente dirigidos desde Washington contra
la Habana.
Su llegada a la Patria
grande aconteció poco más de 36 horas antes cuando aterrizó la nave que le
trajo de vuelta a su pueblo, su familia y a su vida.
Más de 16 años de encierro
que no lograron doblegar su estirpe, como la de los otros cuatro, René
González, ya de vuelta hace unos meses, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y
Antonio Guerrero, quienes aún permanecen prisioneros en el Imperio.
La cantata por los Cinco
como se ha dado en conocer es un grano más de arena a la causa de su liberación
e incluyó la actuación de lo que vale y brilla de la música cubana.
El rockero David Blanco, los
trovadores Vicente Feliú, Tony Avila, Eduardo Sosa y Gerardo Alfonso
compartieron el escenario con los exponentes de la música tradicional campesina
cubana Héctor y Aramis.
Las agrupaciones de salsa
como Habana de Primera y los Van Van hicieron mover pies y cinturas de muchos
cubanos y cubanas que no se resistieron a los tambores y la rumba de Yoruba
Andabo.
En la velada la Primera
Secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba, Yuniasky Crespo Baquero,
exhortó a continuar divulgando la causa de los Cinco entre el pueblo
estadounidense para que se conozca en mayor grado la injusticia cometida contra
los luchadores antiterroristas cubanos y llamó a redoblar las acciones por su
liberación.
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